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domingo, 22 de enero de 2023

ANDRÉS DO BARRO (VIVIOGRAFÍA)


Andrés do Barro, nació en El Ferrol, el día 1 de octubre de 1947.

Hijo de un coronel de la Armada, pasó sus trece primeros años de vida en la ciudad natal, sin sospechar que años después se dedicaría a la música. En aquel tiempo, durante el verano, se trasladaba, junto a su familia, a San Martíño del Puerto, pequeña aldea en la que pasaba las vacaciones, y en la que realizó descubrimientos que posteriormente fueron decisivos en su vida y en sus canciones.

«En aquella aldea, de niño –escribió Andrés–, mis amigos eran los naturales del lugar. De ellos aprendí muchas cosas que, de haber continuado dentro de mi educación familiar burguesa, siempre habría ignorado. Aprendí su idioma, que es el mío, el que siente mi corazón; aprendí su filosofía...; aprendí a conocer Galicia, que no puede ser nada sin todo ello».

Cumplidos los trece años, trasladaron a su padre a Bilbao, ciudad que pasó a ser su nueva residencia.

«Era la primera vez que me iba fuera de lo que consideraba lo mío –seguía diciendo Andrés–. Allí, en mis momentos de "morriña", que fueron muchos, y durante dos años, me preguntaba por que habría yo cometido la estupidez de conocer la filosofía de mi pueblo; si no hubiera sido así no lo echaría tanto de menos. Sentía ganas de cantar, de desahogarme. Tras mi insistencia, los "reyes" me trajeron una guitarra. Tardé mucho tiempo en aprender a tocarla, pero no me preocupaba, pues mi placer era inventar sonidos extraños y notas raras».



Dos años después toda la familia tuvo que trasladarse a Madrid, donde Andrés estudió Marina Mercante y donde empezó a componer sus primeras canciones en inglés y en gallego, germen de lo que, a partir de 1969, se convertiría en su breve, pero intensa, carrera como cantante. Una carrera singular, caracterizada por el amor hacia Galicia, y, sobre todo, por la reivindicación y la defensa de la maltratada lengua gallega, que él consideraba parte esencial de su propia identidad.

«Me llamo Andrés y soy gallego –reafirmaba en otra de sus declaraciones–, conocí un gallego que decía que le fastidiaba serlo porque se le notaba. A mí también se me nota, y me siento orgulloso. Adoro mi tierra norteña, verde y lejana, primitiva y olvidada, madre fertilísima de hombres que han ido sembrando sus vidas por tierras de España, Portugal, América... Galicia de dentro, presente y Galicia de lejos, ausente y "saudosa" han condicionado mi música: han ido escribiendo las sencillas notas de mis canciones... Mis canciones son en gallego porque así las he sentido y porque quiero colaborar con todo interés y cariño a dignificar mi idioma materno, caído durante muchos años en el más cruel menosprecio».


Planteamiento en aquel momento valiente y arriesgado dado el contexto social y político en el que se produjo.

Andrés do Barro con aquellos planteamientos reivindicativos de la lengua y de la identidad más cotidiana del pueblo gallego, en 1969 grabó su primer disco con la compañía RCA; disco con cuatro canciones: "Por non poder", "A uns ollos verdes", "Homes" y "Deixa que chova".


Tras la edición de aquel primer single, que prácticamente pasó desapercibido, Andrés –ese mismo año– compuso y grabó una canción que se convirtió en su gran éxito, fue el tema titulado "O tren", canción interpretada en gallego, que consiguió situarse en el número uno de las listas de éxito en toda España. (Muy pocas veces –por no decir ninguna–, durante toda la dictadura y los primeros años de la transición, se situó una canción interpretada en gallego en las listas de los "principales").


Curiosamente "O tren" fue una canción recuperada en 1983 por el grupo de rock gallego Siniestro Total en su disco "Siniestro Total II: El regreso".


A partir de la popularidad que adquirió aquella canción, la carrera artística de Andrés do Barro fue imparable, alternando la creación de temas cantados en gallego y en castellano, y grabando varios singles y dos LP: "Me llamo Andrés Lapique do Barro" (1970) y "¡Pum!" (1971).


En 1971 Andrés rodó una película junto con Concha Velasco titulada "En la red de mi canción"; película, grabada en Roma, en la que interpretó su canción “Corpiño xeitoso”, un tema cantado en gallego y publicado el mismo año de realización de la película, como el sencillo más vendido en España.



Entre el año 1972 y 1973 Andrés abandonó los escenarios y se retiró en Galicia por un tiempo. «Fue una cosa de tipo personal. Al cabo de tres años grabando y actuando, me sentí frío delante del público y del micrófono. Necesitaba encontrarme a mi mismo de nuevo. Por eso me retiré»

En 1973 decidió iniciar una nueva etapa de su vida artística y rompió con la compañía RCA, en la que siempre había grabado, para empezar a publicar sus nuevos discos en Belter, compañía con la que sacó varios singles y un LP titulado "Andrés Do Barro" (1974).

Posteriormente se trasladó a México donde vivió  con su familia entre 1976 y 1980.

«A su vuelta de México, –escribe Fernando Fernández Regó en el libro "Andrés Do Barro. Saudade"Andrés graba en Madrid el máster de su cuarto LP. Un trabajo que no llegó a editarse y que Andrés no logró ver publicado.»

Lamentablemente, a los 42 años, falleció en diciembre de 1989, como consecuencia de un cáncer hepático.

Las pistas de las canciones grabadas por Andrés para su cuarto LP, que no llegó a publicarse, se perdieron. Más recientemente, pasados los años, solamente se han recuperado cuatro: "O meu país" ("Mi país"), "Que lonxe fun" ("Que lejos fui"), "Libertad" ("Libertad") y "No me entere" ("No me enteré"); canciones que felizmente pueden escucharse en la antología publicada en 2020 por la compañía Rama Lama titulada "Andrés Dobarro su disco perdido y todas las grabaciones en Belter (1973 - 1975)".


ANDRÉS DO BARRO (DISCOGRAFÍA)


ANDRÉS DO BARRO: "PRA UNA NENA DE CINCO ANOS OU MÁIS"... UN CANTO A LA "LIBERTAD"

El último disco que grabó Andrés Do Barro no llegó a publicarse y inexplicablemente sus canciones se perdieron. Pasados más de treinta años, sus hijos lograron recuperar cuatro de ellas, entre las que hay una que hace referencia a la LIBERTAD. La canción se titula "Libertad. Par una nena de cinco anos ou máIs" y seguidamente os invito a escucharla. ¡Creo que merece la pena!:

«Ficaba soia na beriña da praia / una rapaza de cinco anos ou máis / cos seus dediños escribindo no area / co sentimento dela... libertad / e os ondiñas que chegan lenemente / recollen a palabra e a levan pola mar.

»Non sei, non sei, non sei se voi / ela ten forza pra vela vida pasar. / Non sei, non sei, non sei se voi / mas se ela a quere terá libertad.

»A rapaciña con seu cabelo ao vento / olliños verdes cun foguete na man / vai novamente escribindo a palabra / que outra nova onda pra a mar a levará / o libertade da xente desta terra / e ter traballa nela, dereito e libertad.

**********

«Estaba sola en la orilla de la playa / una niña de cinco años o más / escribiendo con sus deditos en a arena / con todo su sentimiento... libertad / y las olas que llegan dulcemente / recogen la palabra / y la levan por el mar.

»No sé, no sé, no sé si va / ella tiene fuerza para ver la vida pasar, / no sé, no sé, no sé si va / más si ella lo quiere tendrá liberad.

»La niña con su cabello al viento / ojitos verdes con un juguete en la mano / va nuevamente escribiendo la palabra / que otra nueva ola para el mar la llevará / la libertad de la gente de esta tierra / es tener trabajo en ella, derecho y libertad».

miércoles, 18 de enero de 2023

INDIO JUAN (VIVIOGRAFÍA)

 


Carlos René Álvarez, "Indio Juan", nació en 1934 en Lobos, pueblecito de la provincia de Buenos Aires.


Indio Juan fue uno de esos grandes creadores argentinos que un día se vio obligado a abandonar su país dado el acoso político al que se sintió sometido como consecuencia de su pasión por la libertad, y su postura comprometida contra la dictadura y en defensa de los derechos humanos; exilio forzoso que le condujo hasta España, donde vivió regalándonos permanentemente su arte, su sensibilidad, y, sobre todo, su inmenso corazón, siempre solidario, bondadoso y desbordante en generosidad.


«Nací –escribía Juan– en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, de nombre Lobos.  Cuando cumplí seis años de edad –cinco tenía mi hermano– mi madre nos internó en un instituto, en la ciudad de Mercedes, también provincia de Buenos Aires. [...] Era el año 1941.»


Tras sus estudios primarios y secundarios, Indio Juan –poeta, cantor, actor y rapsoda– estudió en la Escuela Superior de Periodismo y Humanidades, de Buenos Aires, e inició su intensa trayectoria artística.



En 1965, se dio a conocer participando en un festival de canción, celebrado en Buenos Aires, en el que actuó junto a Ramona Galarza –intérprete a la que se le llamaba “La novia del Paraná”– y a importantes grupos del folclore argentino como Los Fronterizos y Los Chalchaleros.

 

Tres años más tarde, en 1968, Indio participó, como representante juvenil por Argentina, en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Sofía (Bulgaria); festival al que acudieron ciento treinta y ocho países, bajo el lema "Por la solidaridad, la paz y la amistad".

 

En 1969 filmó, para la televisión húngara, dos documentales sobre la realidad social y política argentina; y, junto a Nacha Guevara, César Isella, Gian Franco Pagliaro y el Quinteto Vocal Tiempo, grabó un disco con el título de  "Encuentro con el país".


A principios de los años setenta Juan desarrolló una intensa actividad artística como poeta, actor, cantante, locutor y periodista; actividad a través de la que conoció y entabló una gran amistad con Olga Manzano y Manuel Picón, con quienes colaboró en diversas ocasiones; entre ellas, en el espectáculo "Cantos a vuelo de paloma".



En 1971 y 1972, colaboró con el grupo chileno Quilapayún, en la presentación, en Buenos Aires, de la Cantata de Santa María de Iquique; concretamente, Indio intervino haciéndose cargo del recitado de los textos que van trazando el hilo argumental de dicha obra, intervención que tuvo lugar tanto en los conciertos en directo como en el disco que fue grabado y editado en Argentina.




Por aquellas mismas fechas, Indio publicó su primer libro de poemas, titulado "Estos días que duelen"


En 1973, Indio participó, con uno de sus poemas, en el libro titulado "Homenaje a Víctor Jara", editado en Argentina a los pocos días del golpe militar de Chile; libro en el que también colaboraron Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Raúl González Tuñón o Thiago de Melo.

 

Al año siguiente, tras la grabación discográfica realizada en España de la obra "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta" –obra escrita por Pablo Neruda y musicalizada y puesta en escena por Manuel Picón y Olga Manzano–, y ante la decisión adoptada por Víctor Velázquez –que fue uno de los participantes en la grabación– de abandonar nuestro país, Olga y Manuel entraron en contacto con Juan y le pidieron que se trasladara a Madrid para participar, en sustitución de Víctor, en la gira que estaban preparando con aquel espectáculo presentado en directo.

 

Juan, que, dada la situación política, económica y cultural de su país, ya sentía el exilio como algo necesario y urgente, aceptó la propuesta y se trasladó a España, donde participó tanto en la gira como en la grabación para RTVE de "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta", bajo la dirección de Luis Calvo Teixeira; grabación que obtuvo el segundo premio en el Festival Internacional de Milán de 1979.



Al mismo tiempo, durante el final de la dictadura franquista y a lo largo de toda la transición, Indio Juan –siempre generosamente disponible– colaboró de manera activa en todos aquellos actos culturales y políticos que organizaban los partidos de izquierdas, en los que se solicitaba su presencia artística como cantante, o como recitador de su propios poemas, o de poemas de autores a los que admiraba profundamente, y que en España, durante muchos años, habían sido ignorados y silenciados; entre ellos, César Vallejo, Walt Whitman, Nazim Hikmet, Ernesto Cardenal o Marcos Ana.

 

En 1976, Juan grabó su primer LP, "Los que habitamos el Sur" (Movieplay); disco totalmente representativo de su compromiso personal y de su identidad artística. En él –conjugando la música, el canto y el recitado, y contando con la creación y la dirección musical de Manuel Picón– nos ofreció textos propios, como Yamira o Canto por el sexto mes –dedicados a su hija–; poemas representativos de autores latinoamericanos, como Stella Calloni (argentina), Ernesto Cardenal (nicaragüense), Patricio Manns (chileno) o Nicomedes Santa Cruz y César Vallejo (peruanos), y poemas recitados y cantados de Evgueni Evtushenko (soviético), Nazim Hikmet (turco), Julius Fucick (Checo), Walt Whitman (estadounidense) y Marcos Ana (español).



Posteriormente, durante los años 1978 y 1979, Juan acompañó de nuevo al grupo chileno Quilapayún en la presentación que realizaron, por toda España, de la "Cantata Santa María de Iquique".

 

El siguiente LP en el que participó Indio Juan fue el titulado "Los libertadores" (Movieplay, 1979), obra basada nuevamente en textos de Pablo Neruda, musicalizados por Manuel Picón.


Para aquella obra –que, en realidad, tenía la estructura de una cantata– Juan trabajó con un grupo de amigos y compañeros que integraron el colectivo Compañía Gemi, formado por el músico chileno Sebastián Fuenzalida, por los argentinos Tacún Lazarte, Lucio Navarro, Jesús Páez y el propio Indio Juan, y por dos españolas, Paloma Pérez del Real y Isabel Lorenzo.






Al mismo tiempo, Juan montó dos recitales a los que llamó "Palabras y cantos humanos", con los que viajó a Suecia, Marruecos, Portugal y Francia.

 

En 1980 participó en el documental "Canto libre", dirigido por Claudio Sapiaín, obra testimonial sobre el canto libre de América Latina, en la que también intervinieron, entre otros, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Silvio Rodríguez, Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Chico Buarque o Pete Seeger.



Posteriormente, entre 1983 y 1989, Indio Juan grabó dos nuevos discos: "Instante y olas" (Dial Discos, 1983) y "Sobre la rueca del tiempo" (Tecnosaga, 1989).

 

En "Instante y olas" incorporó ocho canciones sobre textos propios –musicalizados por Manuel Picón, Tacún Lazarte, Sebastián Fuenzalida y Jorge Cardoso– y nueve temas recitados, sobre fondo musical, basados –como siempre solía hacer– en fragmentos poéticos de escritores universales; en este caso, de Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Salvador Espriu, José Bergamín, Francisco Umbral, Jorge Luis Borges, Edith Södergran (poetisa sueca), Elsa Grave (nacida en Escania, en el sur de Suecia), Elmer Diktonius (finlandés), Jacques Prévert (francés), Abu Firas y Mahmud Darwish (árabes).

 

En su disco titulado "Sobre la rueca del tiempo"Juan, con música y acompañamiento a la guitarra de Jorge Cardoso, interpretó doce temas entre los que figuraron dos de sus "Romances de Fray de Hytlodeo", personaje creado por él, sobre el que, años después, publicaría dos curiosos e interesantes romanceros.

 

En 1997, Indio Juan colaboró con la Coral “Primavera per la pau” en la grabación de un CD titulado "Nosaltres som part de la terra", obra en la que nos ofreció la interpretación de dos hermosísimos poemas titulados "Pequeña proclama" y "Sugerencias", este último recitado, a dos voces, junto con su compañera –poeta y amante– Esperanza Párraga.



Posteriormente, en 2003, apareció otra grabación de la Coral “Primavera per la pau”, dedicada a la "Cantata Popular Santa María de Iquique", obra en la que Indio intervino recitando los textos narrativos

 

Por otra parte, Indio Juan, tras la publicación de su libro primerizo, titulado "Estos días que duelen" –ya mencionado anteriormente–, escribió los siguientes: "Los que habitamos el Sur", "Cuadernos de medianoche" (Editorial Endymion, 1989), "Aci veren bu günler", antología poética traducida al turco por Aynur Ozcan (Editorial Armoni, Ankara, 1992), "El romancero de “Fray de Hytlodeo”. Parte I" (Ediciones Libertarias/Prodhufi, 1995), "Las frases del metro", prologado por el Gran Wyoming (Ediciones GPS-Madrid, Comisiones Obreras, 2001) y "El romancero de “Fray de Hytlodeo”. Parte II" (Editado por Comisiones Obreras, en 2002).

 

De entre esos libros cabe destacar, por su especial originalidad, el titulado "Las frases del metro"; libro que Indio Juan dedicó a los trabajadores y trabajadoras de SINTEL en solidaridad con sus justas reivindicaciones sociales y laborales; dedicatoria que verbalizó en los siguientes términos: “Es mi deseo dedicar este libro a quienes nos han ayudado a entender el verdadero significado de la palabra DIGNIDAD, o sea, a todos los compañeros y compañeras de SINTEL. Gracias por vuestra lucha... y que se cumplan las escrituras”.


Por sus gestos solidarios y en defensa de los derechos humanos, como el que acabo de mencionar, Indio Juan recibió una mención especial otorgada por la Asociación Pro Derechos Humanos, de España; y, sobre todo, mereció el más auténtico reconocimiento de su profunda humanidad, por parte de todos los que tuvimos la suerte de conocerle; reconocimiento que se hizo explícito de forma especialmente afectuosa y sincera en el homenaje que se le rindió en Madrid, en mayo de 2002, al que seguidamente voy a referirme.


A finales de 2001, a Indio Juan le fue detectado un cáncer traicionero. Ante este hecho, y a la vez, para ayudarle a sufragar los gastos de su enfermedad, para agradecerle su trabajo y su actitud inquebrantablemente solidaria, se le rindieron dos homenajes; el primero, celebrado en Rivas Vaciamadrid –en marzo de 2002–, con la colaboración de las buenas gentes de 3 Covibar y Sintel, y el segundo, organizado por los responsables del Ateneo Cultural 1.º de Mayo, de Comisiones Obreras, de Madrid; homenaje al que llamaron "Es de agradecer"; hermosa expresión que Juan pudo escuchar de todos sus amigos antes de dejarnos.

 

Este homenaje se celebró el 25 de mayo de 2002, a las 18 horas, y en él intervinieron Olga Manzano, Imanol, Labordeta, Pablo Guerrero, Quintín Cabrera, Elisa Serna, José María Alfaya y el Taller de Reinsertables, Juan Sosa, Pepín Tre, Matías Ávalos y Luis Felipe Barrio, Rubén Buren, Tacún Lazarte, Isabel Lorenzo y la Banda Sinfónica “Ateneo Cultural 1.º de Mayo”; igualmente participaron los poetas Carlos Álvarez, Antonio Hernández, Esperanza Alonso, Claudia Gravy, Manuel Rico, Poni Micharvegas, Manuel López Azorín, Manuela Temporelli, Matías Muñoz y Gerardo Mercado.

 

En el programa de mano de aquel inolvidable encuentro, entre otras consideraciones, se hacían las siguientes: Indio Juan representa, en su grado máximo, las virtudes de un hombre de la cultura comprometido con su tiempo y con sus gentes, con las causas y los valores en peligro de extinción en este mundo difícil de pensamiento único y vacío. Un hombre que lucha alzando la voz y la palabra”.


Pocos meses después, Indio falleció. Fue el 6 de noviembre de 2002.


Seis años después de su muerte se publicó un recopilatorio de la obra de Indio Juan titulado "Para vencer el olvido" (2008); disco libro, producido por Fernando González Luciniincorporado a la colección "El canto emigrado de América Latina".


INDIO JUAN (DISCOGRAFIA)


martes, 10 de enero de 2023

JUAN ALBERTO ARTECHE (VIVIOGRAFÍA)


Juan Alberto Arteche nació en Palma de Mallorca, en 1947, y podría decirse que nació siendo músico, porque es como si la música la hubiera llevado siempre en la sangre y hubiera formado parte de su identidad.

A los quince años, establecido en Madrid, entró a formar parte del grupo de rock Los Atlantis, con el que tuvo sus primeras actuaciones en el legendario e inolvidable "Matinales del Price", conciertos y festivales del rock que, a partir de 1962, empezaron a celebrarse todos los domingos por la mañana en el antiguo Circo Price, de Madrid.

Poco después, a mediados de los años setenta, empezó a sentir una especial atracción hacia la música folk, y decidió abandonar el rock y formar un dúo junto con su hermano Gabriel, para interpretar y recrear canciones relacionadas con aquel género musical que llegó a fascinarle.


Inicialmente los dos hermanos solían asistir a las reuniones o tertulias musicales que Ángel Álvarez –mítico profesional de la radio– empezó a organizar a mediados de los años sesenta, dentro de su programa "Caravana musical" emitido por la cadena "La Voz de Madrid"; reuniones en las que se hablaba de las músicas del mundo, y en el que tocaban la guitarra y cantaban jóvenes como Juan Alberto y Gabriel.

Un buen día, apareció por una de aquellas reuniones el genial músico y folclorista Joaquín Díaz; su presencia fascinó a todos los jóvenes que estaban allí y surgió la idea de cantar, todos juntos, un par de canciones; aquello les gustó y decidieron reunirse, siempre que fuera posible, para seguir cantando juntos..

En 1967, Carlos Guitart –productor– sorprendido por la calidad musical e interpretativa de aquellos jóvenes, le propuso a Joaquín Díaz grabar con ellos un primer disco en Movieplay, interpretando canciones del folk internacional.

Al año siguiente la propuesta se hizo realidad y se grabó el primer LP de aquel grupo de jóvenes que decidieron llamarse "Nuestro Pequeño Mundo", un LP titulado "El folklore de Nuestro Pequeño Mundo" (1968).


En aquel momento Juan Alberto y Gabriel Arteche, Jaime Ramiro, Juan Ignacio Cuadrado, Pilar Alonso "Pat", Chema Martínez, Laura Muñoz y Nacho Sáenz de Tejada.

La recopilación de temas del folk internacional aparecida en aquel primer álbum fue extraordinaria y sorprendente; en él nos encontramos con canciones irlandesas, francesas, griegas, israelíes, norteamericanas, inglesas, africanas y españolas, es decir, todo un panorama multicultural que para la gran mayoría los españoles y españolas –que, en cierto sentido, vivíamos de espaldas al mundo– supuso una auténtica revelación.




A partir de aquel momento, los componentes del grupo Nuestro Pequeño Mundo, compaginándolo con sus estudios universitarios, no cesaron de dar recitales, dentro y fuera de España, y consiguieron que la música folk entrara a formar parte del universo sonoro de sectores importantes de la juventud.

Al alo siguiente apareció el segundo LP: "Buenas noticias de Nuestro Pequeño Mundo" (1969). Disco en el que, por cierto, interpretaron la canción "Natal dos simples", del portugués José Afonso.



En la carpeta de aquel álbum, Joaquín Díaz escribía los siguientes comentarios:

Los componentes del grupo "Nuestro Pequeño Mundo", «no sólo transmiten una letra y una melodía, sino la fuerza, la vitalidad y la alegría o la tristeza de su interpretación. Esto también es folklore».

En 1970 el grupo grabó su tercer LP titulado "Uno x uno", y tras su publicación sus componentes decidieron hacer un alto, durante un tiempo, para redefinir su identidad como grupo y para buscar nuevos horizontes creativos. (Fue precisamente en esta época en la que Juan Alberto Arteche participó en el nacimiento del grupo "Aguaviva".)

Tras aquel paréntesis, en 1972, el grupo, liderado por Juan Alberto, volvió a juntarse, reducido a un sexteto como consecuencia de la marcha de Saénz de Tejada y de Chema Martínez dos de sus componentes originales.


Aquel reencuentro supuso un volver a amanecer del grupo, motivo por el que, tal vez, cuando grabaron el primer álbum de esta segunda etapa decidieron llamarlo "Al amanecer" (1973), disco en el que incorporaron la canción "Los campanilleemos", de Francisco Jiménez Montesinos que reforzó la popularidad del grupo.


A partir de 1973, Nuestro Pequeño Mundo participó en numerosos recitales de los que en aquellos años se organizaban contra la dictadura de Franco y en defensa de la libertad y de la democracias, y Juan Antonio Arteche, en particular, entró en contacto y entabló amistad con muchos de los llamados cantautores de la época, a los que admiraba y con los que siempre colaboró, en la medida de sus posibilidades.

Fruto de esa admiración, en 1975, Juan Alberto y el resto del grupo decidieron grabar un disco que fuese como un homenaje a la "nueva canción"; aquel disco se llamó "Cantar a la tierra mía", título que hacía referencia a "La saeta" canción de Joan Manuel Serrat compuesta a partir de un texto de Antonio Machado.


Sin duda, aquel disco, es un documento sonoro imprescindible que nos ofrece una hermosa síntesis de lo que fue la nueva canción de autor de los años setenta, y que, a la vez, nos permite conectar con la memoria sentimental de toda una generación de poetas y cantantes que soñaron y colaboraron activa y eficazmente en la reconstrucción democrática de nuestro país.

Después de aquel magistral "Cantar de la tierra mía", Nuestro Pequeño Mundo siguió con sus actuaciones pero el grupo se fue reduciendo poco a poco ya que sus integrantes tuvieron que irlo abandonando para incorporarse a sus respectivas profesiones.

En 1980, de los componentes originales, solo quedaban tres y Juan Alberto Arteche, con el entusiasmo que le caracterizaba, reunió un nuevo grupo de músicos –entre ellos la vuelta de Nacho Sáenz de Tejada– y grabaron un nuevo disco titulado "Te añoro". Álbum en el que destaca el magnífico dibujo que ilustró la carpeta, obra de Arteche que, además de buen músico, fue también un artista plástico de gran calidad.

Tras aquella grabación, antes de la definitiva disolución del grupo, en 1982, Nuestro Pequeño Mundo volvió a publicar un último disco titulado "Buscando a Moby Dick" en el que participaron la cantante Olga Román y el acordeonista Cuco Pérez. Un nuevo álbum de referencia en el que puede escucharse la canción de Pablo Guerrero que le pone título al disco.


Definitivamente disuelto el grupo, Arteche creo su propio estudio de grabación, al que llamó "El Agujero", y empezó a dedicarse a la producción de otros artistas. 


Al mismo tiempo creó el sello discográfico "Música sin fin" y, en 1983, puso en marcha un taller de experimentación musical al que llamó "Finis Africae", en el que participaron, entre otros, Javier Bergia, Luis Delgado, Olga Roman, Javier Paxariño, Markus BreussJuan Carlos Fernández Puerta, y del que surgieron varios discos de música ambiental como "Un día en el parque" (1985), "Campos de sol y luna" (1986), "El viento que mece los juncos".


A la vez, Juan Antonio Arteche compuso varias bandas sonoras para películas y series de televisión, creó el logotipo sonoro del Pabellón de España en la "Expo Universal de Sevilla 92, y en 2002 se produjo a sí mismo un CD titulado "La noche de San Juan".


Lamentablemente Juan Alberto falleció en Segovia el 15 de noviembre de 2018. 

Dos años más tarde, el sábado, 18 de enero de 2020, se les rindió un entrañable homenaje a  él y a Nacho Sáenz de Tejada –que también se nos fue en octubre de 2013–. Homenaje concierto celebrado en el Teatro Auditorio Adolfo Marsillach, de Madrid, en el que participamos amigos y amigas que les queremos y les admiraremos para siempre.


JUAN ALBERTO ARTECHE (DISCOGRAFÍA)

NUESTRO PEQUEÑO MUNDO 


FINIS AFRICAE


JUAN ALBERTO ARTECHE 
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ANDRÉS DO BARRO (VIVIOGRAFÍA)

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